Futbol
Qué es un desgarro muscular y cómo tratarlo
La rotura fibrilar, mejor conocida como desgarro muscular, es una lesión frecuente en los futbolistas, aunque también es muy común en otras prácticas deportivas o tras un esfuerzo brusco cuando se lleva una vida sedentaria. Se trata de la rotura de las fibras que componen el músculo, y su gravedad dependerá del número de fibras afectadas, localización, edad, enfermedades existentes y estado de salud en general.
Síntomas de la rotura fibrilar
Este desgarro muscular ocurre por la elongación (alargamiento) excesiva del músculo, cambios bruscos de velocidad en el movimiento, contracciones toscas o el esfuerzo por encima de la capacidad. Cuando sucede, se producen diversos síntomas, fácilmente reconocibles: dolor concreto y localizable, hematomas, bloqueo del movimiento a causa de la contracción, mareo y sudor debido a la intensidad del dolor.
Causas del desgarro muscular
Las causas más comunes son: sobre entrenamiento; sedentarismo, si no se realiza ejercicio con regularidad, el tejido muscular se debilita y las fibras pueden romperse con mayor facilidad; mala circulación arterial y venosa, que es cuando llega menos oxígeno al músculo, éste se fatiga y se acumula el ácido láctico; enfermedades metabólicas como diabetes y/o nutrición deficiente (provoca que los músculos se debiliten).
Posibles tratamientos
Existen distintos tipos de tratamientos para tratar el desgarro muscular:
Aplicación local de frío
La aplicación de hielo sobre la zona afectada disminuye la inflamación y calma el dolor, además de que puede reducir el sangrado interno. Se aplica hielo (nunca directamente sobre la piel) o bandas de gel congeladas durante 15 minutos, aproximadamente (lo ideal es hacerlo durante las primeras 24 horas).
Vendaje neuromuscular
La aplicación de kinesiotaping (vendaje neuromuscular) ayuda a la recuperación funcional, es decir, protege completamente la zona afectada sin que ello intervenga en las actividades cotidianas. Si el vendaje se aplica de la manera correcta, y durante las primeras horas, los beneficios son visibles a partir del segundo día (tiempo promedio, depende el tipo de lesión).
Reposo
Lo recomendable es que la práctica deportiva se reanude hasta que el dolor agudo desaparezca. Al mantener la musculatura en reposo, o en posición de relajación, se aminora la tensión y el tono muscular, lo que suele acelerar el proceso de recuperación.
Recuperación
Se aumenta de manera progresiva la intensidad del ejercicio físico, evitando contracciones bruscas o intensas.
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